Consejos para que tus niños coman correctamente - se llena la boca

Uno de los problemas mas habituales a la hora de la comida es que los niños coman a prisa o se llenen la boca de comida, no mastican apropiadamente y por si inquietud pueden llegar a provocar accidentes en la mesa.

Normalmente nuestro estilo de vida siempre es muy apresurado, siempre tenemos muchas cosas que hacer y andamos a las carreras, y cometemos el gran error de traspasar estas prisas a nuestros hijos.

Esto no debe ocurrir, especialmente cuando es la hora de la comida, por traerlos aprisa o porque ellos quieren hacer algo como ir a jugar, suelen echarse grandes bolas de comida o llenarse la boca sin que puedan masticar bien

Debemos enseñarles que deben comer tranquilos, nosotros mismos debemos sentarnos con ellos y tomarnos unos minutos para disfrutar de los alimentos y de la compañía.

Te sugerimos lo siguiente para evitar que nuestros pequeños continúen con esta situación:

- Sirve una porción pequeña en un plato pequeño. Que mejor si se lo acaba y quiere repetir.
- Corta los alimentos en trozos pequeños para que sea más fácil masticarlos y tragarlos, especialmente la carne.
- Si no ha acabado de masticar un bocado y ya quiere meterse otro, enséñale que primero se trague lo que ya tiene y luego podrá comer otro bocado.
- Probablemente, cuando comiences a practicar esta actividad, tu hijo coma menos, ya que al comer lentamente, será mayor su sensación de saciedad. Pero no te preocupes, después de unos días volverá a comer la misma cantidad.
- Con el tiempo, ya que tu hijo haya aprendido a comer lentamente, podrás ir modificando algunas cosas, como por ejemplo: cortar los alimentos en trozos poco más grandes, o cambiar la porción, pero siempre dependiendo del desarrollo de tu hijo.

HIPERACTIVIDAD

En algunas ocasiones sucede que alguno de nuestros hijos suele ser mas inquieto que los demás, le cuesta trabajo terminar las tareas, se distrae muy rápido, por mencionar algunas cosas.

¿Haz pensado que podría ser hiperactivo? Veamos que es esto:

En realidad se llama Transtorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, y lo que sucede es que los pequeños que tienen este transtorno no producen suficientes sustancias químicas en áreas claves del cerebro cuya función principal es organizar nuestro cerebro. Cuando tenemos este desequilibrio, los puntos del cerebro que se encargan de la organización no trabajan correctamente.

Los expertos nos mencionan que son tres los síntomas que predominan: la inactividad, la inatención y la impulsividad.

Estos tres síntomas se presentan en los niños con este transtorno, pero siempre hay uno que predomina más. Llegan a existir casos mas complicados en los que el niño llega a tener síntomas mixtos, es decir dos de los tres síntomas.

Cuando llevamos a nuestro niño con el especialista manejan 3 tipos de subdiagnóstico que son:

• Preferentemente inatento
• Preferentemente hiperactivo-impulsivo
• Mixto o combinado

Con todos los estudios que se han hecho, las estadísticas indican que en las niñas predomina la falta de atención y que pueden ser menos impulsivas y ser mas tranquilas. Lo contrario a los niños que tienden a ser mas hiperactivos e impulsivos.

En próximos posts, seguiremos hablando más sobre este trastorno que pudiera tener alguno de nuestros hijos y aún no lo hemos detectado.

Hacer que los hijos te obedezcan

Una de las cosas mas difíciles de ser padres es el como hace que tus hijos obedezcan y establecer limites en las cosas. Ya que muchas veces los padres cometen el error de no ser claros en la orden, de ser dudosos, o alterarse rápido.

El tener firmeza al hablar, el aceptar nuestras fallas como padres y el trabajar de acuerdo a la madurez del niño son factores muy importantes a conocer.

En este post veremos el caso de la firmeza.

Cuando las reglas, límites o indicaciones son concretas, claros y específicos, los niños pequeños y adolescentes entienden mejor. Por ejemplo: en lugar de decir ¡no toques eso!, es mejor explicarle tranquilamente que si agarra tal cosa, puede pasar esta otra.

Un niño se resiste menos si tiene la libertad de cumplir una orden con algunas opciones, es decir en lugar de decir ¡a bañarse! Podemos preguntar: ¿te vas a bañar en la regadera o en la tina?

En el momento en que un niño no quiere obedecer, definitivamente es entonces cuando debemos actuar con firmeza. Un límite determinante le dice al niño que no hay opciones, ejemplo, “levanta tus juguetes en este momento”. Debemos utilizar un tono de voz seguro, sin gritos y debemos mantener la mirada seria y directa a los ojos.

No debemos dudar ni ser suaves, tampoco debemos ordenar como si les preguntáramos si quieres o no hacer las cosas.

Alimentación en los primeros meses de vida

Cuando llega nuestro bebé a casa hay muchas cosas nuevas, especialmente cuando son padres primerizos. Uno de los principales problemas es que no sabemos que tanto debemos alimentar a nuestro bebé.

Sabemos que la alimentación durante los primeros 4 meses es exclusivamente leche materna o preparada ya que las dos contienen los nutrientes necesarios que los bebés necesitan a esa edad incluso hasta los seis meses.

Los expertos nos indican que durante las primeras semanas debemos dar leche a nuestros bebés a demanda, sin embargo, se deben ir estableciendo lentamente horarios fijos para implantarle el hábito de comer mediante una rutina.

Alimentación para niños inteligentes

Como hemos hablado anteriormente la buena alimentación es un factor que nos afecta directamente desde que somos pequeños.

Es muy importante que la alimentación sea variada y que tenga un equilibrio para que nuestras capacidades cognitivas superiores como el lenguaje, la memoria, el pensamiento, etc., puedan desarrollarse.

Así mismo la percepción sensorial ayuda al desarrollo intelectual del niño, es decir, la buena alimentación ayuda a aumentar su capacidad de pensar, razonar y de memorizar.

La alimentación es un proceso de aprendizaje ya que desde bebés, cuando comienzan a beber su leche materna o preparada, les enseñamos el hábito de comer a ciertas horas las cuales se van modificando de acuerdo a su crecimiento. El enseñarles este hábito también favorecemos el desarrollo de su autoestima.