Uno de los problemas mas habituales a la hora de la comida es que los niños coman a prisa o se llenen la boca de comida, no mastican apropiadamente y por si inquietud pueden llegar a provocar accidentes en la mesa.
Normalmente nuestro estilo de vida siempre es muy apresurado, siempre tenemos muchas cosas que hacer y andamos a las carreras, y cometemos el gran error de traspasar estas prisas a nuestros hijos.
Esto no debe ocurrir, especialmente cuando es la hora de la comida, por traerlos aprisa o porque ellos quieren hacer algo como ir a jugar, suelen echarse grandes bolas de comida o llenarse la boca sin que puedan masticar bien
Debemos enseñarles que deben comer tranquilos, nosotros mismos debemos sentarnos con ellos y tomarnos unos minutos para disfrutar de los alimentos y de la compañía.
Te sugerimos lo siguiente para evitar que nuestros pequeños continúen con esta situación:
- Sirve una porción pequeña en un plato pequeño. Que mejor si se lo acaba y quiere repetir.
- Corta los alimentos en trozos pequeños para que sea más fácil masticarlos y tragarlos, especialmente la carne.
- Si no ha acabado de masticar un bocado y ya quiere meterse otro, enséñale que primero se trague lo que ya tiene y luego podrá comer otro bocado.
- Probablemente, cuando comiences a practicar esta actividad, tu hijo coma menos, ya que al comer lentamente, será mayor su sensación de saciedad. Pero no te preocupes, después de unos días volverá a comer la misma cantidad.
- Con el tiempo, ya que tu hijo haya aprendido a comer lentamente, podrás ir modificando algunas cosas, como por ejemplo: cortar los alimentos en trozos poco más grandes, o cambiar la porción, pero siempre dependiendo del desarrollo de tu hijo.
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